Si Nick Barrow puede seguir vivo durante 21 días morirá feliz. Todos los que Nick conoce le quieren muerto: Jefes de la mafia. Asesinos a sueldo. Policías corruptos. Así, realizando el último acto de un hombre desesperado, Nick se hace un seguro de vida de un millón de dólares pagable a su distanciada hija. ¿El problema? La póliza no tendrá efecto hasta dentro de 21 días. Y tan malo como pueda parecer eso, ni se acerca a la ira de una chica de 13 años que se encuentra con su padre por primera vez mientras él se esfuerza por mantenerlos a ambos con vida.
¿Veintiún días? Nick sabe que si hacen todo bien y el mismo Dios les hace un favor, tendrán suerte de estar vivos dentro de veintiuna horas.
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